Todos mis días huelen a invierno

Nunca me he sentido tan libre 

como cuando estoy a tu lado.

Sueño con despertarme cada mañana,

abrir los ojos  

y ver tu pelo negro entre las sábanas 

Dejar al reloj que marque cualquier hora 

sin sentir como poco a poco 

se nos rompe el alma.

Disfrutar de tus ojeras, 

 de tu mal humor recién levantado, 

 saborear el arte de contemplar tus ojos  

cada vez que no me encuentre.

El miedo a perder no me hará perderte.

Recuerdo cuando solías decir;

te cansarás de esta montaña rusa, 

 las idas y venidas de mi cabeza, 

 la tristeza inexplicable de mis ojos 

 o la depresión que tengo guardada en mi pecho.

Te miraba con amor,  

como quien mira aquello que lo hace sentir vivo.

Acariciaba tu rostro frío

  por las gotas de rocío  

que caían de tus pestañas.

Desde que te conocí vi mi alma en el reflejo de tus pupilas.

Desde que te conocí todos mis días huelen a invierno.

No quiero volver a abrazarte 

sintiendo que es la última vez,

mi corazón no soporta tanto amor  

y si tú no estás se siente perdido.